El hombre de Dios se presentó ante el rey de Israel y le dijo: “Así dice el Señor: Por cuanto los sirios piensan que el Señor es un dios de las montañas y no un dios de los valles, yo te voy a entregar este enorme ejército en tus manos, y así sabrás que yo soy el Señor. – 1 Reyes 20:28
Texto: 2 Corintios 4:16-18; Hebreos 12:3
Objeto: papel de lija.
Resumen: Nuestro actual sufrimiento está construyendo nuestro carácter. Nuestro Dios en la cima de la montaña es también el Señor del Valle. Nunca deberíamos perder el corazón no importa cuan importantes se pueden volver nuestras circunstancias personales.
Algunos de ustedes pueden conocer a alguien que tiene cáncer. Yo tuve cáncer. El cáncer es una enfermedad que arruina tus células, las pequeñas partes de tu cuerpo que no puedes ver porque son muy pequeñas. El doctor quitó un crecimiento cancerigeno llamado tumor en mi cuerpo. (En octubre de 1999). Luego me dio remedios para matar al cáncer a un pequeño nivel. Ellos lo llaman quimioterapia. Eso es por lo que mi pelo se cayó. Las drogas matan al cabello y montones de otras células de mi cuerpo. Esto me volvió loco algunas veces y abandonaba. No era muy agradable. La Biblia me dice que mantenga una actitud positiva sin importar lo que me pase.
(Lea en voz alta 2 Corintios 4:16-18)

Sería muy fácil arrepentirme cuando las cosas son malas, pero la Biblia nos dice que incluso cuando las cosas son difíciles nunca deberíamos perder el corazón. Nunca deberíamos abandonar. Nuestro Dios está con nosotros cuando las cosas nos van bien, cuando nos sentimos como si estuviésemos en la cima de la montaña. Jesús también está con nosotros cuando las cosas no van tan bien. Él es el Señor del Valle cuando sentimos que las cosas se podrían poner peor. Él usa estos tiempos difíciles como una lija santa para alisar nuestros bordes espirituales ásperos. Él usa las cosas difíciles de la vida para construir nuestro carácter.
Observemos lo que este papel de lija hace a este bloque de madera cuando lo frotamos en la esquina. Mientras sigo frotando la esquina señalada se vuelve más redondeada. Asi es como Dios trabaja en nosotros para que estemos listos para ir al cielo. No somos perfectos pero Él quiere que seamos más y más como él hasta que lleguemos a serlo. Eso es porque no deberíamos desalentarnos en el corto plazo, pero recuerda que nos está preparando para toda la eternidad.
Jesús conoció el sufrimiento. (Lea en voz alta Hebreos 12:3] Decidió en el Jardín de Getsemaní que haría cualquier cosa que le tocara por salvarnos. Fue a la cruz por nuestros pecados. Sufrió terriblemente en las manos de los soldados Romanos que lo azotaron y lo golpearon inmerecidamente con un látigo. Le pusieron una corona de espinas en su cuero cabelludo. Luego lo condenaron a la cruz. Nada de lo que he pasado puede compararse con lo que mi Señor sufrió por mí. Asi que no pierdan el corazón. Mantengo estas cosas en mi mente y se que están trabajando por mi bien.
Roguemos. Querido Dios, gracias por estar con nosotros en los buenos y malos momentos. Gracias por hacernos mejores personas y más capaces de servirte. En el nombre de Jesús, Amén.
©2000 por Jim Kerlin. Todos los derechos reservados.
Escritura tomada de la Biblia de Estudio NUEVA VERSION INTERNACIONAL®. El derecho de autor© 1973, 1978, 1984 Sociedad Bíblica Internacional. Todos los derechos reservados mundialmente. Utilizado con el permiso de la Sociedad Bíblica Internacional.