Cita: No guarde la caja de alabastro de su amor y amistades sellada hasta que tus amigos estén muertos. Llena sus vidas con dulzura. Hable aprobando, animando palabras mientras sus oídos puedan escucharlas, y mientras sus corazones puedan estar emocionados y hacerlos más felices. Las cosas buenas que quisiste decir cuando no estaban, dilas antes que se vallan – George W. Childs, de Hojas de oro.
Texto: Marcos 14:3-8, Marcos16:1; Juan 12:3
Objeto: Una caja envuelta para regalo y una botella de perfume. (o un tarro de crema Noxzema)
Resumen: Untaron a Jesús para el entierro con un regalo muy costoso de especias. Dios tiene un regalo para nosotros (salvación) que está libre a todos los que acepten a Jesús como salvador.
¿Cuantos han oído a las Spice Girls? ¿Saben que son mencionadas en la Biblia? Mira que me traje hoy. [Una caja envuelta en papel de regalo]. ¿Les gusta recibir regalos en su cumpleaños? A mi también. Hoy quiero contarles acerca de una historia donde un regalo muy caro fue dado a Jesús. Una “chica picante” nos dio esto justo a tiempo.
(Lea en voz alta Marcos 14:3-8) Unos pocos días antes Pascua, Jesús comía la cena en la casa de Simón (el leproso) en la ciudad de Betania. Marta y María, las hermanas de Lázaro, estaban sirviendo a Jesús y a sus discípulos. Lázaro estaba presente, el que Jesús resucitó de la muerte. Simón era el padre de Judas, el discípulo que traicionó a Jesús.
María fue hacia Jesús y abrió una caja de especias, una libra de perfume de nardo puro. Era muy caro. Costaba tanto dinero que una persona tendría que trabajar 300 días, o casi un año, sólo para pagarlo. Ella ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume. (Juan 12:3) [Tira un poco de perfume en el aire así los chicos pueden sentir el olor, o abre un tarro de crema Noxzema y déjalos oler] A Judas Iscariote no le importaba la gente pobre, pero se quejaba del dinero que había desperdiciado en ese regalo. Pensó que podrían haberlo vendido y darles el dinero a los pobres.
Jesús le dijo a Judas que la dejara en paz, porque ella había hecho un buen trabajo en ir a él antes de la hora de su muerte a untar su cuerpo. Ella le había dado un regalo justo a tiempo y Jesús lo aceptó. En aquellos días, era una costumbre untar a alguien al morir para evitar olores desagradables. Envolverían el cuerpo en lino limpio y pondrían la mirra y áloe y otras especias en el cuerpo. (Juan 19:38-40) Eso fue hecho para Jesús, pero porque su entierro era sólo como el Sabbath comenzaba con la puesta del sol, el trabajo no estaba terminado.
(Lea en voz alta Marcos 16:1] Así las “chicas picantes” estaban llegando a la tumba en la puesta del sol del domingo con “especias dulces” que habían comprado. Estas mujeres eran María Magdalena, María la madre de Santiago, Salomé, y Joanna. Ellas nunca habían tenido la oportunidad de terminar su trabajo de untar su cuerpo con estas especias. Era demasiado tarde para darle este regalo porque ¡Jesús había resucitado de la muerte!
Jesús murió por nuestros pecados en la cruz, pero resucitó de la muerte. Para todos los que creen en que Jesús es el Hijo de Dios y lo aceptan en su corazón, Dios tiene un regalo especial. Dios quiere que podamos vivir con él para siempre en el cielo. Es un regalo muy costoso, costó la vida de Jesús. Pero como ningún otro regalo, la persona debe recibirlo como un regalo real. [Extiende la caja de regalo hasta que los chicos te la saquen] Ese regalo es la salvación. Dios nos la da justo a tiempo, y es libre para todo aquel que la reciba. Es mi deseo que aceptes el regalo de salvación de Dios cuando el Espíritu Santo te conduzca a hacer eso.
©1998 por Jim Kerlin. Todos los derechos reservados.
Escritura tomada de la Biblia de Estudio NUEVA VERSION INTERNACIONAL®. El derecho de autor© 1973, 1978, 1984 Sociedad Bíblica Internacional. Todos los derechos reservados mundialmente. Utilizado con el permiso de la Sociedad Bíblica Internacional.